sábado, 16 de noviembre de 2013

Reseña "Percy Jackson y la maldición del Titán"

¡Hola, hola! Pues después de celebrar mi cumple y de volverme loca con mis chicas y los regalos, y la tarta y...todo en general, vuelvo a la carga. Y continúo con la serie que he empezado y que como señalaron Alba y Carol amablemente ayer, me ha absorbido la vida. 

Espero que paséis un buen sábado y que disfrutéis de la reseña. 
Un besazo. 



Título Original: The Titan’s Curse
Saga: Percy Jackson y los dioses del Olimpo
Autor: Rick Riordan
Editorial: Salamandra
Género: Fantasía – Aventura – Juvenil
Año: 2010
ISBN: 978-8498-382-921
Formato: Rústica con solapas

Nº Páginas: 288







Ante la llamada de socorro de su amigo el sátiro Grover, Percy acude inmediatamente en su auxilio. Y aunque va acompañado de Annabeth y Thalia, las dos semidiosas que son sus aliadas, ninguno imagina la sorpresa que los aguarda: una terrible mantícora pretende secuestrarlos y llevarlos ante el general enviado por Cronos, el diabólico señor de los titanes.

Sin embargo, gracias a la ayuda de las cazadoras de Artemisa, Percy y sus aliadas logran escapar y volver al Campamento Mestizo.

Una vez allí, emprenderán la búsqueda del monstruo que puede provocar la destrucción del Olimpo, a pesar de que, según la profecía del Oráculo, sólo uno de ellos logrará resistir la maldición del Titán.


Lo primero para decir en esta reseña es…¿por qué he tardado tanto en leerme estos libros? De verdad os lo digo, en cuanto tengáis un rato poneos a leerlos. No desperdiciaréis ni un minuto de lectura, os lo aseguro.

En esta tercera entrega todo se va aclarando. Conocemos una nueva profecía y vemos como, poco a poco, se va cumpliendo. Entendemos mejor a Percy, sufrimos por Annabeth, conocemos a nuevos personajes…y seguimos teniendo una espinita clavada por Luke.

Como he dicho, conocemos a nuevos personajes. Están los hermanos Di Angelo (Bianca y Nico). Desde el principio se sabe que son mestizos, pero no averiguas de quién son hijos hasta el final (aunque algo te puedes ir oliendo conforme avanzas en la lectura). Personalmente, me caía mejor Nico que Bianca (aunque entendía las razones por las que la chica decidió hacer lo que hizo), pero al final del libro Nico se vuelve un estúpido; pero creo saber por qué ocurre eso (tendré que leer el cuarto para confirmar o desmentir mis sospechas). En realidad, estos dos personajes son como de relleno. En este libro tienen un papel dentro de lo que cabe importante, porque gracias a (o por culpa de) ellos ocurre todo lo que ocurre…pero ya está. Me refiero que en el siguiente libro, salvo Nico (y tampoco lo creo) no creo que tengan demasiada importancia. Aún así me ha gustado que intervinieran, porque si no supongo que la lectura habría caído en la rutina (por así decirlo). Siempre Annabeth, Percy y Grover.



También conocemos a Thalia, que sabemos que revive al final de segundo libro pero ya no sabemos nada más. Aquí conocemos sus miedos, sus sentimientos y…aún así a mí, personalmente, no termina de caerme bien. Creo que a la chica se le ha subido un poco a la cabeza eso de ser hija de Zeus. Pero bueno…supongo que todo el mundo tiene sus defectos. Aún así, al final del libro por una cosa que ocurre se gana un poco mi respeto. Pero ahí acaba todo. Es un personaje con el que no sé cómo sentirme, porque durante todo el libro no le tenía demasiado aprecio pero al final…bueno, digamos que cambian un poco las cosas.

Respecto a Percy…¡ay, por Merlín! Este chico va a ser mi ruina. Cada vez me cae mejor. Al principio, en el primer libro, podrías creer de él que también es un poco arrogante una vez que sabe de quién es hijo, pero por si el segundo libro no te había sacado ese pensamiento de la cabeza, este lo hace completamente. No duda en arriesgar su vida (y su estancia en el campamento) con tal de ir al rescate de sus seres queridos. Aunque, como le advierte en algún momento alguien importante, ese es su deseo fatídico y puede terminar mal. Así que el pobre Percy tiene que andarse con cuidado. Pero de verdad, en esta tercera entrega se le nota más maduro. Sigue siendo impulsivo, sí; pero lo que hace es por una buena causa. El pobre anda un poco desorientado porque es el juguete nuevo de los Dioses y cada uno lo “toma” para lo que quiere (muestra de ello es la conversación con Afrodita). Y sí, sigue con sus salidas y sus ironías. No es perfecto, porque no lo es. Pero a mi me encanta.

Y Grover…bueno, sigue siendo Grover. Creo que con eso lo digo todo. Viendo la que arma por una taza de café (los que os lo habéis leído me entenderéis y los que no…¡leerlo y lo sabréis!) y lo sensible que se pone en un punto determinado del libro (tanto que parece que esté embarazado y las culpables sean las hormonas). Así que sí, Grover sigue siendo él. Con sus chistes, sus canciones de flauta de caña, su Dios Pan y…él mismo. Simplemente él.



Una cosa que me ha gustado de este libro es que, si en el primero te daba la sensación que los Dioses son unos prepotentes que simplemente se sientan en sus tronos del Olimpo y ven cómo los mortales y/o mestizos se las apañan en la Tierra, ahora te das cuenta que no todos son así. No sé si serán sólo los Dioses menores y que los Tres Grandes sí que se comportan así (aunque Poseidón, a su manera, nos demuestra que no); pero al menos conocemos las motivaciones de cada uno, y puedes cogerles manía o cariño a alguno de ellos. Personalmente, me ha gustado que ahonde en el tema de Dionisio. Porque él puede odiarte desde el primer comentario que hace, pero ahora comprendes un poco sus motivos y razones.

Y, como no, mencionar las descripciones que Rick hace a lo largo del libro. Sigue sorprendiéndome la descripción del Olimpo, o incluso de una simple presa de agua. Sencillamente genial. También hacer mención especial a los mitos, como siempre, que logra encajar en los momentos idóneos del libro; no sólo contándolos, si no haciendo que de alguna manera nuestros protagonistas los vivan. Simplemente perfecto.



Así que, tal y como el resto de libros de la saga (por lo menos hasta el momento), gracias a su escritura sencilla, dinámica, divertida, alegre y a la vez cargada de sentimiento, conocimiento y emoción, recomiendo este libro. De verdad, no os defraudará. Sin embargo, si sois de esas personas a las que no les gusta que el final sea predecible y lo puedas saber nada más empezarte el libro; puede que os deje un poco que desear. Pero si no, leéroslo. Aunque sea simplemente para ver cómo destrozan el Smithsonian. 








La batalla del laberinto. 
A punto de comenzar primero de secundaria, Percy Jackson no espera emociones fuertes, sino más bien un aburrimiento soporífero. Pero cuando en la nueva escuela se presenta una vieja amiga, seguida de un par de animadoras diabólicas, los acontecimientos se precipitan y todo empieza a ir de mal en peor.

La guerra entre los dioses olímpicos y Cronos, el malvado señor de los titanes, se vuelve inminente, e incluso el Campamento Mestizo, donde se refugian los jóvenes semidioses, corre el peligro de sucumbir ante el avance del ejército de Cronos.

Para detener la invasión, Percy y sus amigos deben emprender una arriesgada búsqueda a través del laberinto, un mundo subterráneo plagado de trampas peligrosas, monstruos furiosos y criaturas perversas, concebido para acabar con quienes se atrevan a profanarlo.


 “Si nunca has visto a Thalia entrando en combate, no sabes lo que es pasar miedo en serio.” 

“Pensé que un activista de los derechos de los animales habría sufrido un ataque al ver todo aquello. Pero como Artemisa era la diosa de la caza, quizá tenía el poder de reemplazar a cada animal que abatía.” 

“—¿Una diosa puede rezar? —inquirí, porque era una idea que nunca se me había ocurrido.” 

“—¡Hermanita! —gritó Apolo. Si hubiera tenido los dientes un pelín más blancos nos habría cegado a todos—. ¿Qué tal? Nunca llamas ni me escribes. Ya empezaba a preocuparme.” 

 “Diseminaron los restos por el Tártaro, que viene a ser un cubo de reciclaje sin fondo que tienen los dioses para sus enemigos." 

“—Lo que yo digo es que los héroes no cambiáis. Acusáis a los dioses de vanidad. Deberíais miraros a vosotros mismos. Tomáis lo que os apetece, utilizáis a los demás cuando os hace falta, y luego acabáis traicionando a todo el mundo.” 

“El león rugió con tal fuerza que me puso los pelos de punta y casi me hizo la raya en medio.” 
“A veces los mortales pueden ser más horribles que los monstruos.” 

“—Eso es como pedirle a un pintor que te hable de su cuadro, o a un poeta que te explique su poema. Es como decirle que ha fracasado. El significado sólo se aclara a través de la búsqueda.—Dicho de otro modo, no lo sabes. 

“—El amor lo puede todo —aseguró ella—. Mira a Helena y Paris. ¿Acaso permitieron que algo se interpusiera entre ellos?—Pero ¿no provocaron la guerra de Troya y causaron la muerte de miles de personas?—¡Pfff! Ésa no es la cuestión. Tú sigue a tu corazón." 

“«Los inmortales deben atenerse a las antiguas reglas. Un héroe, en cambio, puede ir a todas partes y desafiar a quienquiera, siempre que tenga el valor suficiente.»” 

“Si destruimos a unos héroes que nos han hecho un gran servicio, entonces no somos mejores que los titanes.” 

“Existen las fiestas normales y también las fiestas monstruo. Y luego están las fiestas olímpicas. Si alguna vez tienes ocasión de elegir, quédate con la olímpica.” 

“—Los defectos más peligrosos son los que resultan buenos con moderación —dijo ella—. El mal es fácil de combatir. La falta de sabiduría... mucho más difícil.”



¡Y hasta aquí la reseña de hoy! Espero que os haya gustado. 

Nos leemos.



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