jueves, 26 de diciembre de 2013

Reseña "El niño con el pijama de rayas"

¡Hola a tod@s!
Después de estos días de fiesta, volvemos con las pilas cargadas con una nueva reseña de un libro. Sí, sé que tengo que terminar la saga de "La espía traidora" pero he hecho un pequeño parón para leerme esta preciosidad de libro, aprovechando que en clase de inglés me tenía que leer alguno (así que, lo siento, pero las frases que he sacado del libro están en inglés...). Como ya hace tiempo que el libro se publicó y, además, también tiene una película, he hecho la reseña pensando que prácticamente todo el mundo ya conoce la historia, así que he contado bastantes cosas del argumento. Por lo que si os lo estáis leyendo o lo queréis hacer y no queréis spoilearos, os recomiendo que paséis a otra reseña; avisados quedáis ^.^
Y, ahora sí, os dejo con "El niño con el pijama de rayas".



Título: El niño con el pijama de rayas (The boy in the striped pyjamas)
Autor: John Boyne
Editorial: Salamandra
Género: Drama – Historia
Año: 2007 (2012 en ebook)
ISBN: 9788498380798
Formato: ebook
Nº Páginas: 224

Estimado lector, estimada lectora:

Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de definir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata.
No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una. Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad.

El editor.
Desde que vi la película (hace ya unos cuantos años) quise leerme el libro pero, al final, entre unas cosas y otras lo fui dejando hasta que, ahora, en clase de inglés se me presentó la oportunidad de leerlo.

A pesar de tener que leerlo en inglés, el idioma no ha resultado ser ningún problema ya que el libro está escrito de forma fácil y sencilla, puesto que es el propio protagonista, Bruno, quien te cuenta la historia. Así que nos adentramos en Berlín, en plena Segunda Guerra Mundial, a través de los ojos de un niño de 9 años, quien no entiende por qué de repente es necesario estar pronto en casa y con las luces apagadas o cuál es el trabajo de su padre (sólo sabe que lleva un uniforme militar muy bonito y que el Furias tiene grandes planes para él).

Sí, sí, el Furias. Y es que, debido a su corta edad, Bruno no es capaz de comprender del todo bien algunos términos y por ello acaba llamando “el Furias” ni más ni menos que al propio Hitler (Führer) – en la versión en inglés es “the Fury” –. También le cambia el nombre al lugar donde les toca vivir después de que Hitler destine a su padre a un campo de concentración para dirigirlo; así Auschwitz pasa a llamarse “Auchviz” según Bruno – quiero destacar que en inglés me gusta más la asociación que hacen, el nombre que él le da es “Out-With”, ya que la pronunciación se parece pero no lo relacionas directamente con Auschwitz (a mi por lo menos me costó pillarlo) –.

De Bruno también hay que destacar que es un niño muy inocente, demasiado incluso, y la culpa de esto la tienen sus padres – el padre sobre todo – ya que intentan protegerlo de todo lo que sucede a su alrededor: durante su estancia en Berlín no quieren que se entere de que el país está en guerra ni de las diferentes ideologías que tienen los miembros de su familia (su propia abuela está en contra del régimen), y cuando llegan a Auschwitz intentan ocultarle a los presos del campo de concentración, a pesar de que los puede ver desde la ventana de su habitación. Su juego favorito es la exploración; tanto, que de las cosas que más lamenta es dejar su casa de cinco pisos de Berlín para mudarse a la de tres pisos de Auschwitz, donde tiene menos sitios para explorar. Pero, por fortuna, esta segunda casa tiene un jardín mucho más grande y al explorarlo es cuando, un día, conoce a Shmuel. Él es un niño judío retenido en el campo y que tiene la misma edad que Bruno (literalmente, ya que nacieron en la misma fecha: 15 de abril de 1934). Sin embrago, Shmuel es muy consciente de la situación que está viviendo: al principio él y su familia tenían que llevar brazaletes amarillos con la estrella de David, después tuvieron que irse de su casa y al final se los llevaron al campo de concentración. A pesar de las diferencias, los dos niños se hacen amigos y todas las tardes se sientan a hablar cada uno en su lado de la valla, evitando temas conflictivos – aunque Bruno al principio se pone muy pesado hablando sobre Alemania y su familia como si fueran lo mejor, aunque él no tiene la culpa ya que repite lo que oye –. 
"You’re my best friend, Shmuel. My best friend for life"
Pero la amistad pesa tanto, que Bruno acaba metido en el campo de concentración para ayudar a Shmuel a buscar a su padre, que ha desaparecido, y así es como acaban los dos – junto con otras personas – metidos en la cámara de gas (realmente lo que más me impactó y emocionó de la historia es que nacen y mueren los dos en el mismo día TT.TT).
"And then the room went very dark and somehow, despite the chaos that followed, Bruno found that he was still holding Shmuel’s hand in his own and nothing in the world would have persuaded him to let it go"
Del resto de personajes no llegas a saber mucho ya que la historia se centra en Bruno y Shmuel, pero algunas cosas se pueden decir de ellos. La madre, ni pincha ni corta, se limita a guardarse sus opiniones y la única concesión que consigue es que después de un año en Auschwitz pueda volver con los hijos a Berlín otra vez. La hermana, Gretel, es bastante repelente al principio y alcanza el máximo cuando empieza a darse cuenta de lo que sucede y cuelga mapas con el avance alemán en la guerra; lo único bueno suyo, es que intenta explicárselo todo a Bruno. El padre me cae fatal, aunque en el libro no te cuenta nada más allá de que es un comandante y el encargado del campo de concentración – quizás no sea por lo que cuenta si no por lo que sé que hace allí… –. Además es un idiota: al final, cuando los niños entran al campo de concentración y los matan, encuentra la ropa de su hijo al lado de la valla y no cae en la cuenta de lo que ha pasado hasta un año después.

En resumen, se trata de una historia de amistad auténtica y real, que deja a un lado las diferencias para centrarse en lo importante. Es, también, una historia triste que refleja los horrores del régimen nazi, aunque de una forma suave al estar contada desde el punto de vista de un niño: la forma de dirigirse a los judíos del campo de concentración o la paliza que le mete un soldado a uno de ellos que trabaja de criado quedan omitidas, aunque están presentes en la lectura. Una pequeñísima pega que le pongo, es que en ocasiones las oraciones son muy largas, ya que el escritor introduce descripciones o añadidos en medio de otras frases y hace que pierdas un poco el hilo sobre lo que te estaba contando al principio. Aun así, el libro está más que recomendadísimo.
"And that’s the end of the story about Bruno and his family. Of course all this happened a long time ago and nothing like that could ever happen again.
Not in this day and age"

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